martes, 12 de enero de 2010

Mayo Francés

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En un clima de prosperidad económica y estabilidad política. Francia se convirtió, durante la primavera de 1968, en el escenario de un régimen educativo considerado opresor y retrógrado. Especialmente en las calles de París, miles de jóvenes, varones y mujeres gritaban desaforadamente contra la universidad, el Gobierno, la policía y todo lo que olía a autoridad. Entre los líderes de la revuelta, se destacó un muchacho delgado y pálido, de mirada eléctrica y llamativa melena pelirroja. Se trataba de Daniel Cohn-Bendit, apodado “Dany, le rouge” (“Dany, el rojo”) tanto por el color de sus cabellos como por el de sus ideas.

En poco tiempo la crisis se generalizó, y obreros y sindicatos se sumaron a la rebelión. Así, en cuestión de semanas, cerca de diez millones de huelguistas ocuparon fábricas y servicios, y paralizaron el país. Sus reclamos apuntaban a un cambio de estructuras económicas y políticas, e hicieron tambalear el gobierno de viejo héroe de guerra, general Charles de Gaulle.

Visto en principio como una reacción espontánea y fugaz, el mayo francés desembocó rápidamente en una revolución cultural que avanzó a caballo del rock, de la minifalda, de la libertad sexual, de los graffiti y del cine de la nowelle vague, entre otros fenómenos. Sus protagonistas encabezaban las ideas de los intelectuales Herbert Marcuse, Jean Paul Sartre, Albert Camus, de los músicos, John Lennon, Bob Dylan, Jimi Hendrix, e incluso de algunos cineastas como Jean-Luc Godard.

Tello, Neiro y Kreimer, Carlos (2005) Diccionario de Movimientos del siglo XX. Buenos Aires: Longseller.

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